Este texto lo escribí cuando Michael
tenía unos 3 meses y ahora ya mismo va a cumplir 3 años! A ver que os parece:
Sabía que tenia un prototipo de hombre
ideal, que alomejor a lo largo de los años he intentado buscarlo desesperada como lo quería
y sí lo conseguí;al final cuando menos lo esperaba y ya sin buscarlo apareció.
Pero antes de el, no tenían nada que ver unos con los
otros pero así se hace la experiencia, fue largo el camino, pero llegué.
Si ahí estaba... el chico alto moreno de
piel, con labios carnosos, ojos miel, pelo negro, constitución fuerte, tatuajes, sonrisa
de infarto, mirada de vértigo y manos de trabajador.
La personalidad vendría después, también
increíble. Parecía todo tan bonito, tan inimaginable e irrompible...pero llegó
otra persona que lo cambió todo.
Pasé de mis prototipos establecidos y me
enamoré de un enano, calvo, sin dientes, gordito, rubio, con incontinencias y
que no sabe hablar.
Llegó el y no quiero otro día sin despertarme a su lado,
sin sentirlo a mi lado en la cama, me da igual que me de patadas cuando está
durmiendo porque le molesto al lado; yo lo quiero así con su mal carácter y
todo.
Lo quiero cuando me hace levantar por las madrugadas porque tiene hambre,
también lo quiero cuando quiere que le cambie el pañal, cuando quiere salir a
dar una vuelta o cuando quiere que lo bañe.
Lo quiero porque tenemos el vínculo más
grande que puede haber en la tierra y que nunca se romperá; el que hay entre
una madre y un hijo.
Así es, el es el que ha robado por completo mi
corazón y lo hace cada día más.
Porque el amor verdadero se encuentra
cuando nace y se refuerza cuando esta creciendo.
Dormir contigo es mágico,
despertarme a tu lado no tiene palabras. Tenerte dentro fue precioso y una
experiencia única, pero verte a mi lado es inexplicable.
Lo quiero si,
porque sin hablar me saca una sonrisa, porque alegra mis días y porque me ha
hecho muy feliz y eso que no ha hecho nada.
Te quiero hijo!! Eres lo mas grande
siendo tan pequeño.