Hoy es jueves pero hace 4 años el 17 de abril caía en sábado. Y que sábado! Era la primera vez creo yo que quedaba a solas con un chico que me inspirara tanta confianza, alegría, esperanza, amor del de verdad como digo yo. Llevábamos varias semanas conociéndonos de forma virtual ( algo que siempre dije que no utilizaría para conocer a un chico), aunque también es verdad que no nos conocimos literalmente por internet sino que nos vimos en una disco ( algo que también dije que no haría), y fue como ver una aparición celestial con su halo alrededor y todo. De repente la aglomeración que había en ese local desapareció y mi mirada se centró en la suya, segundos más tardes correspondida. Que sí existe el amor a primera vista? Os aseguro que sí.
Siguieron las miradas juguetonas y las poses de "hacerse el guapo" como las llamo yo por parte de los dos.
Miradas.
Eso fue lo único que tuve de el ese día
Al día siguiente me desperté pensando sí ya no volveríamos a vernos, si esos ojos que me resultaban tan familiares se iban a perder en mi memoria para siempre, si esa persona que llevaba toda la vida esperando iba a ser el o sería sólo algo idealizado.
Una petición de amistad en Facebook días más tarde bastó para que en mi barriga algo volviera a dar saltos. (Bendito Facebook)
Como no! acepté, en estos casos no hay que hacerse la dura porque no vale la pena.
Y ahí empezaron las conversaciones que ya nunca tuvieron fin, mensajes al móvil sin parar ( la de saldo que gastábamos porque no existía el whatsapp), encuentros en lugares de ocio con más gente alrededor... Y así poco a poco iba creciendo algún sentimiento dentro mío que no sabía que era.. O sí?
No quería lanzarme, para nada estaba en mis planes una relación estable y rollo de una noche no me apetecía tampoco y menos con un chico como el, de esos que hay pocos.
Rechazaba cualquier cosa que significara compromiso ya que va junto a la palabra sufrimiento.
Pero bueno al final confíe en el y me deje llevar como siempre me decía... Y así lo hice. Un 17 de abril quedamos a solas y empezó "algo" que dura hasta el día de hoy, que el plan que tendría en su cabeza le salió bien y aquí estamos 4 años más tarde con 2 niños preciosos y un perro que el acogió como padre adoptivo. Con nuestras GRANDES diferencias y a la vez tantas coincidencias, con nuestra rebeldía, nuestro orgullo, nuestra poca paciencia, con nuestro estrés, con nuestro inconformismo y nuestra mala leche.
Pero algo tan grande en común que es el amor que sentimos el uno hacia el otro.
Así es... El amor es el motor que mueve el mundo, hay amor en todo lo que haces, en tu manera de expresarte, hasta hay amor en el odio que sientes.
Gracias por todos los visitantes a mi mundo!
Chela.