Después de unos días sin escribir, aquí y estoy.

Y es que la locura de tener dos niños no es que sea doble trabajo o doble estrés, sino que se multiplica por 100.

Piensas no puedo, no voy a llegar, no soy capaz pero sí... Mis dos niños me han enseñado que la capacidad de superación del ser humano es infinita.

Y es que parece que se te viene el mundo encima, que el primer mes de un bebé será eterno, que nunca llegará el día que duerma 8 horas seguidas, que no parará de llorar porque tiene cólicos o vete tu a saber porque... Pero sí todo llega.

Y es en ese momento cuando das gracias a no sabes muy bien quien y te permites relajarte un poco. Pero es inevitable tener estrés acumulado a lo que se traduce a mala hostia. Y no nos olvidemos de que tenemos pareja, porque claro entre que te pasas el día dando biberones, sacando aire, cambiando pañales, llevando al orinal al grande, hacerle la comida, ayudarle a comer, bañarlos... Luego dices ah! Hola!

Y te das cuenta de que no tenéis ni la mitad de tiempo que teníais antes de ser padres, pero aún así sigue siendo la mejor época. Porque todo sacrificio conlleva a su recompensa. 

Estos días son ferias en mi ciudad y es la época del año que más me gusta porque     almenos los niños disfrutan mucho. 

Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.

Chela.